El proyecto en Ca Marí consistió en la creación de una piscina infinity, estratégicamente ubicada para potencial la conexión con el paisaje. El borde desbordante en uno de los lados genera un efecto visual de continuidad con el horizonte, amplificando la sensación de apertura y ligereza.

Además de la piscina, se llevó a cabo una reestructuración del espacio exterior. Se eliminaron los antiguos pavimentos y se sustituyeron por nuevos acabados que aportan una imagen más actual sin perder la armonía con el entorno. Se optó por una baldosa en tonos arena, suave y poco invasiva, que se integra naturalmente con el paisaje. Los muretes de piedra completan la intervención, delimitando los espacios de manera sutil y aportando textura y carácter.

El resultado es un exterior más ordenado y funcional, donde cada elemento se articula con el conjunto de forma orgánica. La intervención moderniza el espacio sin imponerse sobre la arquitectura original, logrando una integración equilibrada y respetuosa con su entorno.