En Can Simonet se realizó una intervención puramente estructural, pero clave para garantizar la estabilidad y longevidad de la vivienda. En un primer momento se consolidaron los muros de carga de piedra, reforzando aquellos puntos donde la degradación comprometía la estructura. También restauramos algunos dinteles, respetando la materialidad y sistema constructivo original.

Además, reconstruimos completamente la cubierta plana, manteniendo la técnica tradicional. Colocamos viguetas de madera en su estado natural, sin mecanizar, que aportan un carácter rústico y auténtico al conjunto. Sobre ellas, dispusimos el tagel, asegurando la correcta transmisión de cargas a los muros previamente estabilizados.

Para mejorar la calidad espacial sin alterar la esencia de la vivienda, incorporamos lucernarios en puntos estratégicos, permitiendo la entrada de luz natural al interior sin necesidad de abrir nuevos huecos en los muros de piedra. Asimismo, preservamos y restauramos elementos propios de la arquitectura vernácula de la isla, como las hornacinas y los estantes de madera, manteniendo el carácter histórico de la casa.

El resultado es una intervención respetuosa y coherente, que refuerza la solidez de la vivienda sin alterar su identidad arquitectónica.