En San Farra nos propusimos convertir una antigua carnicería en espacio multidisciplinar que integra restaurante, terraza y talleres. El volumen principal alberga la zona de restauración y los espacios de servicio. La cocina, concebida como un atelier, se abre al comedor, ofreciendo una experiencia más cercana y participativa. En el segundo volumen existente se encuentra la barra del bar y dos talleres, mientras que los demás talleres se colocan en nuevas construcciones dentro el patio.

Uno de los principales desafíos del proyecto fue la adecuación del patio, que presentaba un pavimento de hormigón con morfología irregular y desniveles en algunas zonas. Para solucionarlo, se instaló una tarima de madera que se adapta orgánicamente a las diferencias de cota, logrando una continuidad visual y funcional. Además, se incorporó una pérgola con cables tensores y cobertura de cañizo, proporcionando sombra al espacio y haciendo más agradable la estancia en los meses cálidos.

La madera juega un papel clave en este proyecto, no solo en la estructura, sino también en los acabados. Los talleres nuevos presentan una estructura ligera con grandes ventanales hacia el patio, lo que permite una excelente ventilación y luz natural. Las carpinterías y el mobiliario, hechos con el mismo material, refuerzan el confort térmico y aportan una estética cálida que se integra armoniosamente con el entorno urbano de Formentera, creando un ambiente natural y acogedor.